domingo, 30 de noviembre de 2014


Casi siempre cuando escribo dedicatorias me equivoco en alguna letra. Suelo usar letras que no existen. Cuando escribo cartas también. Entonces tacho. Si tengo líquido corrector a veces lo uso. Igual se nota. Entonces suelo hacer una florcita para que se note menos pero siempre se nota más. Es imposible negar el temblor. Entonces vengo a reivindicarlo. Reivindico el tachón, la letra rara, la enmienda, la florcita y todo signo incomprensible que ponga, sobre la hoja, la evidencia del temblor de escribir emocionada.



Recién hoy me sale decirle chau











Podrían ser grillos.
Pero no.
Todas las noches
una mujer descalza
baldea la vereda
para que canten los pájaros.




y tan contenta

http://www.goear.com/listen/4435b39/y-tan-contenta-banda-de-sonido-de-la-peli-cleopatra

sábado, 29 de noviembre de 2014

¿Sabrá la ola qué hacer con el ruego de
los árboles torcidos  hacia el mar?/ ¿Tendrá registro
de lo que nos dolió  la ola anterior?/
 ¿Estaremos siempre a merced de un mar
que insiste en una didáctica  de repetición:
golpe salado sobre los pies heridos/
golpe salado sobre los pies heridos?/
¿Dirá la ola: esto queda en tu memoria/
esto no?


domingo, 23 de noviembre de 2014

Juntábamos las nubes con las manos.
Es decir, en eso consistía la lluvia.
No. La invención de la lluvia. La lluvia era otra cosa.
Pero la invención de la lluvia aparecía
cada vez que nosotros
juntábamos las nubes con las manos.
Y cada vez que separábamos las nubes
aparecía el sol sobre la tierra.
Una vez
hicimos que saliera el sol en plena noche.
La realidad
se nos abría
como puede abrirse
un libro o un mensaje.
Y eso que nosotros,
ay, nosotros,
todavía no sabíamos leer.



martes, 18 de noviembre de 2014


Antes del corte,
el miedo al dolor. Ya aprendí:
 la suma de los puntos no construye la noche.
¿Te acordás? Tuvimos una noche
hermosamente negra.
Y en ese momento, dónde estaba el miedo.
¿Cuántos puntos más serán precisos
para cerrar la noche?
¿Y la otra noche? ¿Y la que sigue?
Si me duelo,
si me duelo mucho,
antes, durante, después de la costura
del sueño, del corte, de la piel, de la noche,
¿cantarás para mí
para que olvide?


domingo, 16 de noviembre de 2014

Los libros y la noche




 Fuente: fotos de la Biblioteca Municipal Popular Domingo Faustino Sarmiento- San Miguel.

Tengo la mano derecha quemada por aceite, marcada a fuego por la rejilla del horno, cortada por cuchillos de cocina que siempre van a parar al mismo lado. Conviven heridas nuevas y antiguas cicatrices. También conviven en la misma mano la letra y las flores que recibí y que regalé. Y conviven los tesoros que descubro cuando la misma mano lastimada revuelve libros en puestos de ferias y se encuentra con la poesía de la emblemática revista Orígenes, compilada en un libro editado por el Fondo de Cultura Económica de México. Y entonces la alegría.









viernes, 14 de noviembre de 2014


Una de mis canciones preferidas. No me nombres.





Adentro de la noche, prende y apaga la luz del olvido. La luna es cosa de todos los días.



NOCHE DE LIBROS 2014




Convocada por la Biblioteca Municipal Popular Domingo Faustino Sarmiento -San Miguel-, este sábado a las 20:30 hs voy a estar en la NOCHE DE LIBROS compartiendo una charla sobre el oficio de escribir. Están todos invitados.



jueves, 13 de noviembre de 2014


Acá andamos, tratando de encontrar flores en el desierto.


¿Qué ve una fotógrafa en un ciclo de poesía?













Fotografías: Karina Giglio. Ciclo de poesía La Estación -edición noviembre-.

martes, 11 de noviembre de 2014


Un salto de fe
es lo que se precisa
para cruzar la palabra
que hace fuego.
Nos dijeron, por ejemplo,
que hay signos indelebles en las manos.
La culpa es tuya

por no controlar
lo que te pasa. Así dijeron los que
una vez hablaron. Y entonces
apareció el volcán sobre la hoja
y hubo que mostrar los dedos y las huellas.
Un salto al vacío. Decir: son éstas.
Esto dice la mano cuando escribe.
Esto dice el silencio de las manos.
Amar la palabra sobre el fuego,
sobre el hecho obstinado que nos habla.
Después curar.
Curar
los pies quemados, el espanto,
levantar la flor negra si es que sale,
sonreír ante el desorden
y el olvido.



lunes, 10 de noviembre de 2014

EMMA GUNST



http://emmagunst.blogspot.com.ar/2014/11/valeria-pariso-3-poemas-3-i.html



La Estación, ciclo de poesía, noviembre


                                     

                                      





















Cajita Frida, regalo de mi amiga Karina Giglio. Sirve para guardar barcos, retamas en flor, huellas de niños robando caramelos, un lago completo con sus cisnes de cuello negro, la suavidad de lo que todavía ni siquiera se piensa, un día con sus años y sus noches, las palabras que todavía no aprendí a decir.

Gracias, María Silvia Medina, por este regalo tan hermoso. ¿No es acaso un árbol faro? ¿No es un árbol movido por el viento que señala la costa a los marineros? ¿No es un árbol de mar?



(María Silvia Medina, artista plástica, Córdoba, Argentina. Técnica utilizada: acrílico sobre madera)


Me da miedo la gente cuando jura. Tenemos un minuto, tal vez dos y es la imposibilidad de juntar viento con las manos lo que nos deja heridos. ¿Cómo podría yo quedarme quieta y jurar, marcando una cruz sobre la boca, hacer la alegría o la tristeza?

domingo, 9 de noviembre de 2014

Aviso vecinal

Hoy nos juntamos en La Estación para compartir poesía. Vamos a leer en Richieri 929, Bella Vista, Provincia de Buenos Aires. A las 17 horas. La yapa: exposición fotográfica, pintura que viene desde Córdoba y música en vivo. Venite.





martes, 4 de noviembre de 2014


El territorio que existe entre dos silencios es suelo sagrado.




A bloguear


http://mispoetascontemporaneos2.blogspot.com.ar/2014/11/poema-de-valeria-pariso.html

http://suciadebesosyarena.blogspot.com.ar/2014/10/no-es-mas-trabajoso-que-hacer-un-barco.html


Alguien construyó un mediodía
donde cumplir su hambre.
Puso mi nombre recién nacido
sobre la tabla de picar.
No quedé nada.
¿cómo es posible
que en mí 
ocurran palabras
que cantan al alba?




lunes, 3 de noviembre de 2014

Correspondencia epistolar

Desde hace un tiempo volví a escribir cartas. Encontré unos papeles muy lindos, verdes, celestes, lilas. No tienen renglones, así que la letra siempre sube una cuesta. Haber recuperado este ritual es festejar la alegría desde el inicio: buscar un papel, escribir a mano, leer lo escrito, cerrar el sobre, ir hasta el correo, despachar la carta, y esperar el aviso de que la carta llegó bien. A veces escribo dos o tres líneas. A veces envío la carta junto con uno de mis libros. A veces no envío las cartas que escribo. A veces no escribo las cartas que quiero enviar. Hoy pienso en cómo estarán las cartas que andan viajando bajo la lluvia, entre la tierra y un cielo que se cae a pedazos desde hace tres días. Llueve. Llueve. Llueve. Pienso en las palabras y el agua, en el papel y el agua, en que es ley que sólo llegan las cartas que tienen que llegar. En eso, pienso en eso.


¿Águila o sol?

Otra vez, un desterrado del consumo. Descatalogado por falta de interés. Hacía años que estaba ahí, dijeron, y nadie preguntaba por él. Así encontré una edición conmemorativa de los 50 años de ¿Águila o sol?, de Octavio Paz. Tapa dura, fucsia y ocre, con ilustraciones del maestro Rufino Tamayo. Edición mexicana. Casi que me lo regalan, casi que no puedo decir que lo pagué. Es un hecho, las cosas más lindas de mi vida son esas flores que se mantienen vivas y que encuentro donde dice zona de derrumbe.



Desarmados como estaban caminaron la alegría hasta encontrarse con el miedo. Cuando las sombras ocuparon el lugar de las lavandas, se soltaron.  Ahí vieron que los momentos felices se les habían vuelto, en el cuerpo, un sello de agua. Entonces, por temor a que los lleve la corriente, empezaron a construir un desierto. Se arrancaron todo: piedra, álamos, ríos, manos, animales, nubes. Con mucho esfuerzo consiguieron olvidarse de llorar. Se secaron.  Continuaron yendo a trabajar, cosa de todos los días. Entonces, los asustados, desprevenidos de la magia del mundo, aprendieron a sobrevivir  llevando sobre sus cabezas unos sombreros tan grandes que les cubrían, para siempre, el asombro y los pies.


domingo, 2 de noviembre de 2014

En solidaridad con Luciana Tani Mellado reproduzco su nota publicada en facebook en el día de hoy.


"No puedo abrir otro frente, lo sé, pero tampoco puedo quedarme callada la boca.
Resulta que hoy abro un mail que llegó a mi bandeja anteayer en el que se informa de la realización en este mes de la Feria del libro en mi ciudad. Lo primero que siento es alegría. Realmente es necesario recuperar este espacio, y readecuarlo a necesidades, demandas y posibilidades reales y mejores que la de las pasadas ediciones, que fueron principalmente, con contadas y honrosas excepciones, espacios donde se amontonaban stand con toda una iconografía escolarizante y militar, con la inclusión de alguna figurilla de las máquinas editoriales y no mucho más.
Se dice en este mail que "en el Ceptur se desarrollarán las actividades Regionales Artísticas. Presentaciones de libros de escritores locales y regionales, shows musicales de exponentes".
O sea, la morfología de los verbos me informa claramente que ya está todo armado. Y está muy bien que se hagan con antelación y seriedad los trabajos, realmente resulta muy propicio este rasgo organizativo.
Mis dudas son: ¿por qué no me enteré de nada nunca, antes de este mail, porque lxs organizadorxs jamás nos contactaron por ningún medio, bajo ninguna forma, a quienes integramos el grupo "Peces del desierto"?
No es que de modo personal revista insustituible importancia nuestra presencia, pero, no deja de llamar notoriamente mi atención que no he recibido comunicación alguna como coordinadora de un Taller de Escritura que funciona en la ciudad hace 2 años, bajo la organización de Peces del desierto, y en el marco de un proyecto de extensión de nuestra Universidad local. Se trata del único espacio actual de este tipo en nuestra Universidad, abierto a la comunidad y gratuito.
Tampoco como directora, junto con Andy Maldonado, del proyecto que congrega a una treintena de escritores y comenzó en noviembre de 2008, y de modo ininterrumpido realiza presentaciones de libros, de fanzines y espectáculos que reúnen poesía local, regional y música, siempre de modo abierto y gratuito. Tampoco lo recibi como responsable de la cátedra de Seminario de Literatura Patagónica, en la carrera de Letras, el único espacio curricular formalmente previsto para la enseñanza de la literatura regional como contenido.
Entonces, si a mí, que soy docente de cátedra del único espacio que en nuestra ciudad prevé la enseñanza universitaria de la literatura regional, que coordino en el marco de un proyecto de extensión el único taller abierto de literatura en esa misma institución, y dirijo con Andy Maldonado un grupo que tiene 6 años de trayectoria initerrumpida en la difusión de nuestros autores, ¿a quién consultaron, a quiénes invitaron?
O quizás deba preguntarlo de modo inverso, o de modo lateral: ¿por qué no nos invitaron? ¿por qué rechazan, minimizan o invisibilizan el posible aporte que podríamos dar? ¿quién nos rechaza?
En fin, dije que no puedo abrir más frentes así que hasta aquí lo que diré sobre el tema. Espero que la feria sea un éxito, pero este inicio, tan pero tan sesgado y enfáticamente restrictivo y segregacionista no parece alentador."

Luciana Tani Mellado




Fotografía: Karina Giglio




sábado, 1 de noviembre de 2014

 Frío, mucho frío y este viento extraviado en Muñiz.





No debería tomarse como fuga
el no volver jamás
al lugar donde la dicha / ahora/
es una huella que se cura al sol.
Los perros hechizados por las sombras
nunca caminan hacia atrás. /Andamos/
malheridos de memoria/ comidos por la luz y la alegría/
como niños que con un palito/ se marcaron
en el brazo una cruz/ un dominio/ un
juego de abandonados/ 
la letra A/ la imposibilidad del olvido.