miércoles, 30 de julio de 2014


El color del silencio



Tierra sagrada de los Quilmes, Amaicha del Valle, Tucumán




Señora en Purmamarca, Jujuy


Purmamarca, Jujuy.



Cerro de los siete colores, Purmamarca, Jujuy.


Maimará, Jujuy

Maimará, Jujuy.

Maimará, Jujuy


Jujuy

Belén, Catamarca

Mamá y bebé, Purmamarca, Jujuy.

Feria campesina en Volcán, Jujuy.




Londres, Catamarca

Londres, Catamarca
Londres, Catamarca

Flores en Patio de artesanos de Salta

Duraznos en flor, en Colonia Caroya, Córdoba.




Lo que me traigo de cada viaje es la forma de decir y de callar que tiene la gente que vive en los lugares que visito. Ningún paisaje me conmueve tanto como la gente que lo habita.


viernes, 11 de julio de 2014

Poco a poco fuimos descubriendo
cómo se pone sal sobre el silencio
y agua detrás de las palabras.

Y nos gustó callar para decir la ausencia.
 Y nos gustó decir para temblar la calma.

Pero el amor.
El amor crudo.

Y ya no supimos qué se hacía
con el desierto,
con los signos,
con la sed.




miércoles, 9 de julio de 2014

A veces pienso,
con qué habremos sujetado,
vos y yo,
el cuerpo a la intemperie,
la voz al corazón y el corazón al hueso,
las manos al lenguaje
y el lenguaje a la tierra,
con qué los habremos sujetado,
que hagamos lo que hagamos
no se sueltan.


domingo, 6 de julio de 2014

Si es posible calmar
el temblor de la ausencia,
no llorar, resistir,
si es posible llamar al invierno
y secarse de frío entre flores azules,
si es posible volverse paciencia,
y dudar o dudarse,
esperar y esperar, sin que se rompa nada,
si es posible algo de esto,
tranquila,
no es amor.



sábado, 5 de julio de 2014


Como si todos se hubieran concedido
el pavor de haber amado mucho.
Amado hasta la tela de los huesos.
Amado hasta alumbrarse, hasta romperse.
Hasta la última palabra o  la indecible.
Y ahora, nadie se amara más.
Ni hablaran más de amor.
Y me quedara sola
parada en plena calle
con todos los amores
que ya nadie reclama.


viernes, 4 de julio de 2014


Y nos fue concedida la continuidad de las rosas.
El lenguaje nos puso con dulzura
un jardín de espinas en las manos.