jueves, 23 de febrero de 2012

Quiera Dios que no me lo permita



Quiera Dios que no me lo permita
que pueda la razón más que mi alma
que en medio de esta guerra tenga calma
y el día que me rinda, no lo admita.

Si es cierto que hay ángel de la guarda
-como decía mi madre al acunarme-
que me proteja ahora al levantarme
y al entregarme al sueño, que no arda.

Por el bien de los dos, que no me atreva
que me enamore alguna historia nueva
y que te olvide como antes de verte.

Por una vez que sólo sea recuerdo
por mi cordura y porque sigas cuerdo
reza por mí, que yo empecé a quererte.


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